Las llantas son sin duda uno de los elementos del vehículo que han ganado más importancia y presencia estética en la carrocería a lo largo de los años.
Los diseños llamativos y las grandes dimensiones de llanta ya no se asocian solo a modelos de alta gama, sino que es una opción de equipamiento común en los vehículos de serie.
Más allá de su función estética, no debemos olvidar que la pintura para llantas tiene como objetivo aportar un extra de protección contra el óxido u otros agente contaminantes.
Los nuevos diseños y materiales utilizados en la fabricación de llantas repercuten también en una mayor exigencia y complejidad de la reparación
Al tratarse de un elemento cada vez más importante en la estética del vehículo, el número de solicitudes de reparación, personalización y pintado de llantas se ha visto notablemente incrementado.
¿En qué se diferencia el proceso de reparación y pintado de llantas de otros procesos de trabajo en el taller?
La diferencia con respecto a otras reparaciones dentro del taller de chapa y pintura radica principalmente en dos ámbitos: la limpieza y preparación de la llanta, y el lijado de la misma.
Debido a su exposición a todo tipo de contaminantes y suciedad, como grasas, aceites o polvo, es necesario el uso de productos de limpieza específicos que aseguren una correcta limpieza en profundidad de la llanta.
Por otro lado, debido a las geometrías, ángulos y recovecos que presentan la mayoría de llantas, con escasa superficie plana y regular, se antoja fundamental que el proceso de lijado se efectúe de forma manual casi en su totalidad.
Esto implica un mayor tiempo de trabajo y esfuerzo físico, además de la necesidad de emplear una correcta técnica de lijado para no dejar marcas.
Métodos para pintar las llantas: Spray o Pistola Aerográfica
Dentro del sector de carrocería y pintura, existen dos tipos de técnicas para el pintado de llantas: mediante spray o mediante pistola aerográfica.
Ambos métodos aportan una buena calidad final, y serán las necesidades de la reparación las que nos harán decantarnos por una técnica u otra.
De este modo, en reparaciones parciales puede ser aconsejable el uso del spray para el pintado de llantas. Este proceso ofrece ventajas como la eliminación de los tiempos de preparación de mezcla y limpieza de herramientas, y el hecho de no estar sometidos a tiempos de catalización (en sprays de 1 componente).
Un ejemplo de este tipo de producto específico es URKI-LAC, un esmalte especialmente diseñado para el pintado de llantas y que ofrece un rápido secado, alto poder de cubrición, resistencia a la fricción y al túnel de lavado.
La otra variante que encontramos es el pintado de llantas con pistolaaerográfica.
En este caso, el proceso de reparación será similar al del pintado de cualquier otra pieza de la carrocería, no siendo necesario utilizar productos o herramientas adicionales.
Además, mediante el uso de pistola aerográfica no tendremos limitaciones en la formulación del color (aunque generalmente el color predominante en este tipo de piezas es el color plata).
A pesar de un incremento del tiempo de trabajo en los procesos de preparación de producto y limpieza de equipo, el pintado de llantas con pistola puede aportar un extra de resistencia con respecto al acabado en spray.
¿Cuáles son los daños más comunes en este tipo de reparación?
El proceso de trabajo a emplear en la reparación y pintado de llantas depende fundamentalmente de dos aspectos: el alcance del daño y el tipo de material.
Los defectos más comunes que nos podemos encontrar son:
Pequeñas pérdidas del material, principalmente en el perfil de la llanta.
Roces, marcas y arañazos de diferente profundidad.
Decoloración y pérdida de brillo de la superficie, debido a condiciones atmosféricas y ambientales.
El proceso de reparación y pintado de llantas dependerá de dos aspectos: el alcance del daño y el tipo de material
En cuanto al material de fabricación, en automoción existen principalmente dos tipos de llanta: las llantas de acero forjado, un tipo de llanta estándar que aporta resistencia y robustez, y las llantas de aleación de aluminio, que añaden mayor ligereza y estética a la carrocería del vehículo.
Reparación y repintado de llantas de acero
Las llantas de acero siguen teniendo hoy en día una gran presencia en las carreteras. Su composición en acero aporta robustez y resistencia a la pieza, y en ocasiones pueden estar revestidas por tapacubos de plástico.
El pintado de llantas de acero conlleva un proceso de reparación bastante similar al de otras piezas de chapa del vehículo. Por esta razón, en este tutorial nos centraremos en un tipo de reparación más compleja y habitual en el taller de chapa y pintura: el pintado de llantas de aluminio.
Reparación y repintado de llantas de aluminio
Como hemos apuntado, las llantas de aluminio tienen un uso cada vez más extendido entre usuarios y fabricantes. Sin embargo, su coste también es mayor que el de las llantas de acero, por lo que la reparación suele ser el método elegido por encima de la sustitución de la pieza.
Por esta razón, la mayoría de talleres de chapa y pintura suelen contar con productos y herramientas específicas para la reparación y el repintado de llantas.
La llantas de aluminio, al no ser tan resistentes como las fabricadas en acero, pueden sufrir una mayor degradación con el paso del tiempo, dando lugar a pérdidas de brillo o color, arañazos, etc.
El proceso de pintado de llantas de aluminio tiene como objetivo aportar a la pieza la resistencia necesaria para soportar el desgaste frente a diversos agentes mecánicos o químicos, recuperando el aspecto original de fábrica.
Veamos ahora los pasos a seguir para realizar un proceso completo de reparación y pintado de llantas de aluminio:
1. Desmontaje de la rueda
A pesar de que haya reparaciones en las que no sea indispensable retirar la rueda del vehículo, esta acción nos ayudará a trabajar de una forma más cómoda.
Colocamos la llanta sobre una mesa de trabajo a media altura y destanolamos la rueda, separando la llanta del neumático para poder realizar un pintado más eficiente.
2. Limpieza previa
Nos ayudaremos de productos específicos para asegurar una limpieza en profundidad de toda la llanta.
Se trata de un paso fundamental para eliminar la suciedad y contaminantes adheridos a la superficie que puedan comprometer la correcta adherencia de la capa de pintura.
3. Identificación de los daños
Realizamos una inspección detallada de todos los daños y defectos de la llanta, para saber con certeza el tipo de reparación que debemos acometer.
Si los defectos son superficiales, como pequeñas pérdidas de material o rayaduras, bastará con realizar una reparación y pintado de la llanta. Por contra, si los daños son estructurales, como deformaciones o fisuras de la llanta, será conveniente valorar si se cuenta con las herramientas adecuadas para su reparación en el taller.
4. Enmascarado
Enmascaramos el neumático y las áreas de la llanta que no vamos pintar, y que debemos proteger del proceso de lijado o posibles pulverizaciones.
5. Lijado
Lijamos la áreas planas y lisas a reparar con un papel abrasivo P150-P180 y lijadora excéntrico-rotativa. Para las superficies de difícil acceso realizaremos un lijado manual con taco.
A través de este lijado, eliminamos los defectos superficiales y las zonas que hayan sufrido pérdida de material.
6. Limpieza y desengrase
Limpiamos y desengrasamos la suciedad y el polvo generado por el lijado.
7. Reparación con masilla de aluminio
Aplicamos una masilla de poliéster con cargas de aluminio en las áreas que presentan daños con rayaduras profundas o faltas de material.
Una excelente opción de este tipo de masilla es BESA-SILVER, una masilla destinada al relleno de abolladuras, grietas, perforaciones o astillamientos sobre soportes de acero, aluminio, acero galvanizado y sustratos revestidos de zinc.
Posteriormente, lijamos la masilla aplicada con papeles abrasivos en un rango de grano P150 – P320 en función del tipo de reparación a realizar. A continuación volvemos a soplar y desengrasar la superficie.
8. Aplicación del aparejo
Realizamos un enmascarado de las áreas internas de la llanta, así como de la goma, para evitar alcanzarlas con pintura pulverizada.
Para favorecer el poder de cubrición de la pintura de acabado y no tener que aplicar más manos de las necesarias, aplicamos un aparejo (en spray o a pistola) cuyo tono sea acorde al de la capa final de pintura.
A continuación lijamos la superficie con máquina roto orbital las zonas de fácil acceso (P400-P500 / órbita 3), utilizando el lijado manual en los ángulos y recovecos de la pieza. Tras este proceso, volvemos a soplar, limpiar y desengrasar la superficie.
9. Aplicación del acabado
9.1 Pintado de llantas con spray
Como hemos apuntado anteriormente, si el tipo de reparación lo requiriese, podemos realizar el pintado de la llanta con spray.
Debido a la limitación del rango de colores de este formato de aplicación, nos debemos asegurar de la compatibilidad del color de la llanta con el spray elegido.
Un tono de color muy habitual es el gris plata, con el que se puede cubrir un amplio espectro de reparaciones.
Aplicamos el spray sobre la superficie, respetando las indicaciones del producto en su ficha técnica. Finalmente aplicamos sobre la llanta un barniz en spray, que le aporte el brillo, la durabilidad y la protección necesaria.
9.2 Pintado de llantas con pistola aerográfica
Elegimos el color de la llanta a reparar. Para este tipo de formulaciones, el software de gestión de color nos será de ayuda en la búsqueda del tono de color idóneo.
También contamos con la posibilidad de utilizar el espectrofotómetro, para asegurarnos una correcta reproductividad del color.
Preparamos el color, y lo aplicamos sobre la llanta siguiendo las pautas estipuladas en su ficha técnica. Finalmente, preparamos y aplicamos a pistola un barniz que ofrezca excelentes prestaciones en términos de brillo, extensibilidad y resistencia.